martes, 23 de marzo de 2010
Muse - Starlight
Far away
This ship is taking me far away
Far away from my memories
Of the people who care if I live or die
The starlight
I will be chasing your starlight
Until the end of my life
I don't know if it's worth it anymore
Hold you in my arms
I just wanted to hold you in my arms
My life
You electrify my life
Let's conspire to re-ignite
All the souls that would die just to feel alive
I'll never let you go
If you promise not to fade away, never fade away
Our hopes and expectations
Black holes & revelations
And our hopes and expectations
Black holes & revelations
Hold you in my arms
I just wanted to hold you in my arms
Far away
This ship is taking me far away
Far away from the memories
Of the people who care if I live or die
I'll never let you go
If you promise not to fade away, never fade away
And our hopes and expectations
Black holes & revelations, yeah
Our hopes and expectations
Black holes & revelations
Hold you in my arms
I just wanted to hold you in my arms
I just wanted to hold
martes, 9 de marzo de 2010
domingo, 7 de marzo de 2010
Muse - Invincible
Follow through
Make your dreams come true
Don't give up the fight
You will be alright
'Cause there's no one like you in the universe
Don't be afraid
What your mind conceives
You should make a stand
Stand up for what you believe
And tonight
We can truly say
Together we're invincible
During the struggle
They will pull us down
But please, please
Let's use this chance
To turn things around
And tonight
We can truly say
Together we're invincible
Do it on your own
It makes no difference to me
What you leave behind
What you choose to be
And whatever they say
Your souls unbreakable
During the struggle
They will pull us down
But please, please
Let's use this chance
To turn things around
And tonight
We can truly say
Together we're invincible
Together we're invincible
During the struggle
They will pull us down
Please, please
Let's use this chance
To turn things around
And tonight
We can truly say
Together we're invincible
Together we're invincible
viernes, 5 de marzo de 2010
Dogs
Durante años con unos amigos nos referíamos riéndonos a una vez que uno contó un chiste (o algo parecido) que trataba de un perro de tres patas, la cuestión es que se narraba que el perro intentaba orinar, levantaba una pata, y por su discapacidad se caía. Jo jo, qué buen chiste (sí, no tengo intenciones de contarlos 'chistosamente'), el cuento era que una compañera decía que no, que el perro se equilibraba en dos patas y orinaba sin problemas, otra teoría era que se apoyaba en la pared parado en dos patas y orinaba como una persona.
Pues resulta que hace poco, bajé nuevamente al centro de Valparaíso (no, esta vez no salí arrancando porque supuestamente se iba a salir el mar), cuando voy caminando por una avenida y veo que... Wow! aparece un perro de tres patas, le faltaba la pata delantera derecha, caminaba de lo más bien, ok, bastante bien. Pero lo increíble fue. ¡Orinó! Apoyó su costado en la pared y así orinó (rompió con las teorías antes dadas), luego volvió a equilibrarse en tres patas, y continuó como si nada.
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Pues resulta que hace poco, bajé nuevamente al centro de Valparaíso (no, esta vez no salí arrancando porque supuestamente se iba a salir el mar), cuando voy caminando por una avenida y veo que... Wow! aparece un perro de tres patas, le faltaba la pata delantera derecha, caminaba de lo más bien, ok, bastante bien. Pero lo increíble fue. ¡Orinó! Apoyó su costado en la pared y así orinó (rompió con las teorías antes dadas), luego volvió a equilibrarse en tres patas, y continuó como si nada.
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Esta foto me dejó extrañado... 'Shampú' profesional para "perros"...
Y ésta... no sé... no se si se apreciará pero por el pelaje parecía oveja...
¡Un perro que canta blues!
Y bueno, una canción. "Dogs" ("Perros" en inglés), de la banda Pink Floyd.
Terremoto: Cuando simplemente es mejor no saber
Nos dábamos cuenta: era el segundo terremoto de nuestras vidas,la casa endeble se movía hacia todos lados, la taza del baño de cayó y dejó el baño lleno de fragmentos que podían dejar tus pies sangrando si no sabías qué pisabas, dado que en ese entonces nadie llevaba zapatos. Más tarde nos los pusimos y no dormimos en toda la noche, réplicas y casas pencas no sirven como combinación.
No había luz ni agua, obvio. Así pasamos unos días, la población se calmó por un tiempo; la botillería de al lado había terminado con todos sus licores en el suelo, por lo que ya no habían borrachos en las cercanías.
Lo bueno era que los postes de luz estaban encendidos, por lo que al menos ahi se evitaban ciertos peligros, el sistema doméstico aún no.
Entonces recordamos que teníamos la radio.
Puta radio.
Al comienzo yo estaba "Oh, un terremoto, fin".
Prendí la radio.
Cien muertos.
Al primer día.
Pasó el tiempo.
Sur, Tsunami.
El número de víctimas se duplicó.
Días, días.
400.
500.
Prendía la radio nuevamente.
Los muertos flotaban en la orilla y los mismos familiares identificaban a sus seres queridos muertos.
Claro, ahora salen con que contaron mal y contaron también a los desaparecidos, pero en ese momento claro, centenas.
Era mejor no saber. Me puse a escuchar música, y por primera vez, dormí de corrido toda una noche.
No había luz ni agua, obvio. Así pasamos unos días, la población se calmó por un tiempo; la botillería de al lado había terminado con todos sus licores en el suelo, por lo que ya no habían borrachos en las cercanías.
Lo bueno era que los postes de luz estaban encendidos, por lo que al menos ahi se evitaban ciertos peligros, el sistema doméstico aún no.
Entonces recordamos que teníamos la radio.
Puta radio.
Al comienzo yo estaba "Oh, un terremoto, fin".
Prendí la radio.
Cien muertos.
Al primer día.
Pasó el tiempo.
Sur, Tsunami.
El número de víctimas se duplicó.
Días, días.
400.
500.
Prendía la radio nuevamente.
Los muertos flotaban en la orilla y los mismos familiares identificaban a sus seres queridos muertos.
Claro, ahora salen con que contaron mal y contaron también a los desaparecidos, pero en ese momento claro, centenas.
Era mejor no saber. Me puse a escuchar música, y por primera vez, dormí de corrido toda una noche.
martes, 2 de marzo de 2010
Terremoto: En medio del Tsunami falso, dolor
Tras discutir un rato, habíamos decidido bajar al centro de Valparaíso, para comprar comida, ya que se estaba acabando, y necesitábamos abastecernos en caso de algunua emergencia. Por el momento vivíamos (y sigo viviendo) en un cerro, así que el Tsunami no era gran amenaza. El centro de la ciudad estaba de plano, y era vulnerable, sin embargo. Aún así, bajamos, necesitábamos urgentemente algo que comer.
Bajamos en una micro rápidamente, detalle era que estaba con un amigo, y su familia; a mi madre la había atrapado el terremoto en Santiago de Chile, ya que había viajado a ver a sus familiares que no veía hacía años, nos bajamos, y la madre de mi amigo fue al banco a sacar dinero, no pudo, los cajeros estaban fuera de servicio. Salimos con menos presupuesto del esperado, la mayoría de las tiendas estaban cerradas.
"Será difícil encontrar algo"
Estábamos cerca de la plaza, a cuadras de la costa, caminábamos como deambulando, cuando un tipo de unos treinta años, salió corriendo, empujando a una mujer para seguir.
"Bacán, un ladrón huyendo de la policía"
No obstante más gente salió corriendo, vi hacia atrás, y sólo vi una multitud de gente corriendo hacia nosotros, gritando, pronto, los que estaban a mi altura comenzaron a correr también.
Fue cuando escuché la palabra, "Tsunami", era simple de entender; sólo pensé en correr.
No soy el más atlético, ni el que hace más ejercicio, pero no importó; corrí como pocas veces en mi vida, incluso dejando detrás mío a mi amigo y su familia, llegué a la plaza, a unas cinco o seis cuadras más arriba había una subida hacia un cerro, llegaba a la calle y aparecieron autos que frenaron súbitamente justo a mi lado; casi había sido atropellado, al detenerse el auto, sólo crucé la calle, pero hacia mi derecha escuché que el sonido de un vehículo frenando fuertemente, para luego escuchar un choque, ni siquiera me atreví a mirar y seguí corriendo. Sólo hacía dos cosas en ese momento: correr, mientras en mi cabeza me decía a mi mismo "No quiero morir", de un modo en el cual quizá hasta hubiera comenzado a llorar en medio de la maratón de toda la gente que allí se encontraba, pero la adrenalina no me lo permitió.
Fue tras pasar la plaza que me acordé de mi amigo y su familia, miré hacia atrás, no lo vi, vi hacia delante, tampoco, todo era una masa de gente corriendo, mire hacia atrás y ya gente pasaba a mi lado corriendo, uno me empujó y casi me bota; entendí que lo más común sería seguir corriendo, pero ya la idea de él y su familia me prohibió correr como antes, así que corrí de a poco, entonces logré percibir mi entorno; vi a ancianos que estaban en el suelo, llorando, una pareja que se consolaba, vagabundos se abrazaban mientras gritaban por el terror, un tipo sin una pierna estaba en la misma situación, en una esquina, solo. Ver a los ancianos me partió el corazón, encontrar una muerte así. También veía que la gente miraba hacia atrás y seguía corriendo, "Quizá algo vio" pensaba, y entonces mis piernas comenzaban nuevamente a moverse. Todo era actuar, concluí, correr hacia el cerro y salvarse.
Fue cuando pasó una patrulla avisando que no habría un Tsunami. Fue como un laxante; todo se fue en un momento, aunque la gente siguió corriendo, por alguna razón yo dejé de correr; quizá me convenía pensar que estaba a salvo.
Entonces recordé nuevamente a mi amigo y su familia, más tarde los encontré, cuadras abajo, y supe la historia de ellos; mi amigo pensó que me había quedado atrás, por lo que me buscaba, además se le había caído el celular, y en recogerlo había perdido tiempo, su hermana quería huir, pero su madre había quedado en shock; ella intentaba empujarla, pero su madre no respondía. Tras ello pensé en cómo hubiera sido si mi madre hubiera estado; sinceramente no sé que habría hecho.
Allí nos reunimos, compramos uns huevos, arroz, y decidimos que era hora de volver a casa. Algunos estaban aliviados, otros furiosos, otros seguía llorando, era un ambiente desolador, me volví el Sr. sociable y comencé a hablar con tipo que me encontraba sólo por los nervios, no recuerdo sobre qué, pero más que nada supongo fue una ira contra el que había dado la falsa alerta. Los colectivos subieron los precios, mientras que las micros se mantuvieron; tomé una.
Al llegar todo fue un silencio, pero un silencio para cada uno; nos acostamos, y nos dormimos; despertar por las réplicas ya era cotidiano, ya era cotidiano.
Bajamos en una micro rápidamente, detalle era que estaba con un amigo, y su familia; a mi madre la había atrapado el terremoto en Santiago de Chile, ya que había viajado a ver a sus familiares que no veía hacía años, nos bajamos, y la madre de mi amigo fue al banco a sacar dinero, no pudo, los cajeros estaban fuera de servicio. Salimos con menos presupuesto del esperado, la mayoría de las tiendas estaban cerradas.
"Será difícil encontrar algo"
Estábamos cerca de la plaza, a cuadras de la costa, caminábamos como deambulando, cuando un tipo de unos treinta años, salió corriendo, empujando a una mujer para seguir.
"Bacán, un ladrón huyendo de la policía"
No obstante más gente salió corriendo, vi hacia atrás, y sólo vi una multitud de gente corriendo hacia nosotros, gritando, pronto, los que estaban a mi altura comenzaron a correr también.
Fue cuando escuché la palabra, "Tsunami", era simple de entender; sólo pensé en correr.
No soy el más atlético, ni el que hace más ejercicio, pero no importó; corrí como pocas veces en mi vida, incluso dejando detrás mío a mi amigo y su familia, llegué a la plaza, a unas cinco o seis cuadras más arriba había una subida hacia un cerro, llegaba a la calle y aparecieron autos que frenaron súbitamente justo a mi lado; casi había sido atropellado, al detenerse el auto, sólo crucé la calle, pero hacia mi derecha escuché que el sonido de un vehículo frenando fuertemente, para luego escuchar un choque, ni siquiera me atreví a mirar y seguí corriendo. Sólo hacía dos cosas en ese momento: correr, mientras en mi cabeza me decía a mi mismo "No quiero morir", de un modo en el cual quizá hasta hubiera comenzado a llorar en medio de la maratón de toda la gente que allí se encontraba, pero la adrenalina no me lo permitió.
Fue tras pasar la plaza que me acordé de mi amigo y su familia, miré hacia atrás, no lo vi, vi hacia delante, tampoco, todo era una masa de gente corriendo, mire hacia atrás y ya gente pasaba a mi lado corriendo, uno me empujó y casi me bota; entendí que lo más común sería seguir corriendo, pero ya la idea de él y su familia me prohibió correr como antes, así que corrí de a poco, entonces logré percibir mi entorno; vi a ancianos que estaban en el suelo, llorando, una pareja que se consolaba, vagabundos se abrazaban mientras gritaban por el terror, un tipo sin una pierna estaba en la misma situación, en una esquina, solo. Ver a los ancianos me partió el corazón, encontrar una muerte así. También veía que la gente miraba hacia atrás y seguía corriendo, "Quizá algo vio" pensaba, y entonces mis piernas comenzaban nuevamente a moverse. Todo era actuar, concluí, correr hacia el cerro y salvarse.
Fue cuando pasó una patrulla avisando que no habría un Tsunami. Fue como un laxante; todo se fue en un momento, aunque la gente siguió corriendo, por alguna razón yo dejé de correr; quizá me convenía pensar que estaba a salvo.
Entonces recordé nuevamente a mi amigo y su familia, más tarde los encontré, cuadras abajo, y supe la historia de ellos; mi amigo pensó que me había quedado atrás, por lo que me buscaba, además se le había caído el celular, y en recogerlo había perdido tiempo, su hermana quería huir, pero su madre había quedado en shock; ella intentaba empujarla, pero su madre no respondía. Tras ello pensé en cómo hubiera sido si mi madre hubiera estado; sinceramente no sé que habría hecho.
Allí nos reunimos, compramos uns huevos, arroz, y decidimos que era hora de volver a casa. Algunos estaban aliviados, otros furiosos, otros seguía llorando, era un ambiente desolador, me volví el Sr. sociable y comencé a hablar con tipo que me encontraba sólo por los nervios, no recuerdo sobre qué, pero más que nada supongo fue una ira contra el que había dado la falsa alerta. Los colectivos subieron los precios, mientras que las micros se mantuvieron; tomé una.
Al llegar todo fue un silencio, pero un silencio para cada uno; nos acostamos, y nos dormimos; despertar por las réplicas ya era cotidiano, ya era cotidiano.
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