viernes, 25 de diciembre de 2009

Económica Navidad (8)

Nah, destruyeron el poco o nulo espíritu navideño, que me quedaba, al darme el regalo días antes de la cosa ésa de navidad.

Y así, culmina otra lluvia de regalos en donde la gente se amontona en la feria el último día comprando regalos para sus familiares, acordándose raramente que, acorde a la religión ésa que abandoné y su libro gordo, nació hace dos milenios un niño en un establo, de un ser divino que embarazó a base de fuerzas místicas a una mortal (como a dios le dicen "padre", ¿no será incesto?). Era algo impresionante, les cuento, 70% descuento, en las ferias truchas, en las compras a sólo horas de que fuera la medianoche. Aunque cuidado con que te hicieran "El cambiazo".

En fin, mi calma era interrumpida por los 'pascueros' (tradición que sólo se da acá): carros alegóricos con temas navideños, los cuales pasaban con una música a volumen alto, desde villancicos clásicos, pasando por cumbias de La noche a veces, en los cuales hay harta gente y comúnmente un tipo disfrazado de Satán Claus, lanzando pastillas y dulces a los niños. Eso sí, los que no eran muy agradables eran unos que pasaban de noche, con reggaeton sin tema navideño, y con un hombre disfrazado con tono de estar ebrio, que a veces rompían mi sueño.

Mi hermano, fascinado, escuchaba un pascuero y salía corriendo como si fuera el fin del mundo a lo 2012 o alguna otra película apocalíptica, por lo cual al menos lo vi carse tres veces, aunque creo que fueron más. Obtuvo su ración de dulces, y al final acabó con una fuente llena hasta la mitad, de la cual yo me habré comido a lo más diez 'frullelé'. Cuando estaba anocheciendo, y aparecían los 'viejos perreros', quiso salir nuevamente, pero se lo prohibieron; seguramente en vez de dulces le lanzarían papelillos blancos y botellas de vodka rotas.

¿Regalos míos? Nada del otro mundo: ropa. Añoro la época de cuando era niño, y con un juguete me la pasaba semanas enteras entretenido 24/7, ahora he perdido mucho interés en hartas cosas y me halló vacío. Añoro esa época, donde yo era el que salía a buscar pastillas, hasta una vez en la cual un pascuero malvado, apuntó a mi cabeza, y lanzó una pastilla de esas duras con fuerza, causando que me diera en le frente y me cayera por el impacto. Añoro esas épocas, que han pasado.

En fin, ha sido un año grato, y pese a todo, les deseo una feliz navidad. Que es hoy.

Feliz Navidad al Juan, al Seba, al Marín, a la Ani, y la lista sería la más larga, pero los demás saben que también se las deseo.

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