Es natural que cuando niños tengamos el típico "Cuando sea grande seré...", y ahí salen como mil profesiones, algunas comunes, otras raras.
Yo por mi parte, al tener cinco años quería ser 'pintor', nada más por que a esa edad dibujaba mucho (cosa que dejé años después), y siempre decía que iba a ser pintor, como el pintor famoso que tiene el mismo nombre que yo, decía que era mi destino y cosas así por lo mismo.
Tiempo después, como a los nueve años, me fascinaron los dinosaurios, veía documentales sobre ellos, leía libros, me aprendí muchos nombres y tipos de dinosaurios, ahí conocí al que es actualmente mi mejor amigo, a quien también le gustaban los dinosaurios, y como entonces no sabía mucho de profesiones específicas, terminé diciendo al mundo que sería arqueólogo un término desconocido para mi hasta que lo escuché, ya que justo una prima es arqueóloga, y me mostraba fósiles que ella había descubierto. No pasó mucho para que luego descubriera que la arqueología no sólo tomaba en cuenta los dinosaurios, sino muchas cosas más, así que ahí investigué un poco y llegué a la ciencia indicada: Paleontología, estaba fascinado, incluso cuando iba como en séptimo básico hicimos un paseo a Los Verdes (un pueblo que queda a unos kilómetros de aquí), donde fuimos a una zona e hicimos un mini-curso sobre como es el proceso de extraer fósiles, descubrirlos, y desenterrarlos. No nos fue muy bien que digamos, pero se entendió la idea. No obstante, al crecer, me di cuenta que demora mucho encontrar alguno, y pasas mucho tiempo al sol buscando, con todo el calor encima, armado de paciencia, eso fue lo que destruyó mi sueño en ese entonces.
Y listo, así se fueron profesiones que había tenido en mente en mi niñez, mis sueños de cuando grande, en fin, creo que también habían otros, pero esos son los que más recuerdo.
¿Y ahora? Ni pintor, ni arqueólogo, ni paleontólogo, seré ingeniero civil industrial.
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